Como centro especialista en la realización de pruebas de ETS en el centro de Madrid queremos hacer en este post una especie de resumen para que tengas claro todo lo que se puede saber con tan solo un análisis de sangre. Una prueba diagnóstica que aporta muchísima información de vital importancia sobre nuestro estado de salud general.


La sangre está compuesta por diferentes tipos de células y una parte líquida, el plasma, que contiene varias sustancias como sales y proteínas. Fuera de nuestro organismo, la sangre se coagula porque sus células y proteínas se vuelven sólidas. La parte líquida que queda es el suero, que en Laboratorios Ruiz-Falcó analizamos por ejemplo para hacer pruebas relacionadas con el sistema inmunológico (VIH). La muestra se puede tomar de una vena o de una arteria. Cuando sólo hacen falta unas gotas, basta con hacer una pequeña punción en la yema de un dedo. Es lo que hacen los diabéticos para medir a diario el nivel de glucosa en sangre. 


En la sangre se analiza tanto el líquido (plasma) como las células. Estas son de tres tipos: glóbulos rojos (hematíes), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas. Se puede conoce también el hematocrito, que mide el porcentaje de volumen que ocupan los glóbulos rojos con respecto al volumen total de la sangre. Por ejemplo, si el nivel es bajo puede tratarse de una anemia y si es alto de un cuadro de deshidratación. Con el recuento leucocitario, es decir, de glóbulos blancos se pueden detectar infecciones bacterianas. Un nivel bajo puede deberse a enfermedades autoinmunes. Como especialistas en la realización de pruebas de ETS en el centro de Madrid te recordamos que con el análisis de sangre también se comprueba el número de plaquetas, la base de la coagulación de la sangre. Con un nivel bajo existe mayor riesgo de sufrir hemorragias y a la inversa, con un nivel alto, la persona es más propensa a sufrir coágulos.